Estimados amigos y amigas,
Espero que estén muy bien.
La semana pasada les hablé sobre un tema de relevancia: la formación inicial docente y las TIC.
Ahora para complementar esta publicación les hablaré de otro artículo interesante, la incorporación de las TIC en la misma formación pero desde la mirada de Educarchile y el Profesor Carlos Marcelo. El texto nos refiere sobre los inmigrantes digitales y los nativos digitales, además de la visión de la OCDE y la UNESCO, y lo importante que son la cultura y la tradición de la formación.
Como ya es usual, podrás leer el artículo completo en el link de más abajo.
Que tengan una buena semana.
Francisco.
“Incorporación de las TICs en
la Formación Inicial Docente”
Necesitamos un cambio profundo en la forma como organizamos la formación inicial docente. No porque lo estemos haciendo mal, sino porque las transformaciones que nuestras sociedades están sufriendo nos obligan a pensar la educación en general y en particular la formación del profesorado, desde un prisma diferente, dice Carlos Marcelo en la entrevista que le realizó la revista Enlaces y que pasamos a ver.
Espero que estén muy bien.
La semana pasada les hablé sobre un tema de relevancia: la formación inicial docente y las TIC.
Ahora para complementar esta publicación les hablaré de otro artículo interesante, la incorporación de las TIC en la misma formación pero desde la mirada de Educarchile y el Profesor Carlos Marcelo. El texto nos refiere sobre los inmigrantes digitales y los nativos digitales, además de la visión de la OCDE y la UNESCO, y lo importante que son la cultura y la tradición de la formación.
Como ya es usual, podrás leer el artículo completo en el link de más abajo.
Que tengan una buena semana.
Francisco.
“Incorporación de las TICs en
la Formación Inicial Docente”
Necesitamos un cambio profundo en la forma como organizamos la formación inicial docente. No porque lo estemos haciendo mal, sino porque las transformaciones que nuestras sociedades están sufriendo nos obligan a pensar la educación en general y en particular la formación del profesorado, desde un prisma diferente, dice Carlos Marcelo en la entrevista que le realizó la revista Enlaces y que pasamos a ver.
Ya no vale aquello de que “si conozco la disciplina, seguro que sé enseñarla” o bien “a enseñar se aprende en la práctica”. La sociedad globalizada en la que vivimos, con la irrupción de las tecnologías de la información y comunicación, nos obliga a los "inmigrantes digitales" a hacer un esfuerzo de adaptación y aprendizaje constante para no defraudar las necesidades y posibilidades de educación de una nueva generación que crece con características y formas de enfrentarse al mundo muy diferentes de las que nosotros mismos teníamos hace cuarenta, treinta, veinte años: los denominados "nativos digitales".
Frente a estos desafíos sigue siendo fundamental el papel de la escuela. Por más “socialización paralela” que nuestros niños y adolescentes tengan en la calle, en la televisión, los videojuegos o en internet, la escuela sigue siendo un lugar donde poder educar. Y en las escuelas los docentes siguen contando como un factor clave para asegurar o no la calidad de educación de las nuevas generaciones.
Como han venido a mostrar recientes informes internacionales, como el que la OCDE publicó en 2005, los profesores cuentan, importan para ayudar a mejorar la calidad de la enseñanza que reciben los alumnos. Se afirmaba en ese informe que: “Existe actualmente un volumen considerable de investigación que indica que la calidad de los profesores y de su enseñanza es el factor más importante para explicar los resultados de los alumnos. Existen también considerables evidencias de que los profesores varían en su eficacia. Las diferencias entre los resultados de los alumnos a veces son mayores dentro de la propia escuela que entre escuelas. La enseñanza es un trabajo exigente, y no es posible para cualquiera ser un profesor eficaz y mantener esta eficacia a lo largo del tiempo” .
Pero para disponer en las escuelas de un profesorado bien cualificado necesitamos sistemas de formación inicial y continua que asuman que la profesión docente necesita ser mirada como una profesión del conocimiento y cuyo compromiso con el aprendizaje se produce a lo largo de la vida.
En este proceso de transformación de la profesión docente hacia una profesión del conocimiento, las nuevas tecnologías de la información y comunicación se nos aparecen como unas buenas aliadas. No hay que caer en el error de pensar que las tecnologías por sí solas cambian sistemas tan complejos como lo son nuestros sistemas de formación inicial docente. Las tecnologías deben ser pensadas como elementos –a veces los más visibles y llamativos- de un proceso de un cambio de paradigma en la formación docente. Este cambio de paradigma debería entender que aprender a enseñar supone un proceso de deconstrucción de creencias fuertemente asentadas en nuestros aspirantes a profesores, así como una reconstrucción de una identidad profesional caracterizada por el aprendizaje profundo y reflexivo de aquello que se enseña, así como la adquisición de un amplio repertorio de estrategias de aprendizaje que permitan al nuevo docente desarrollar una enseñanza de calidad para sus alumnos.
La incorporación de las TICs en la formación inicial docente no puede ser una actividad improvisada, motivada por una malentendida modernidad. En un informe de la UNESCO se hacía referencia a algunos elementos que deberían ser tenidos en cuenta a la hora de pensar e implantar un proceso de incorporación de las TICs en la formación inicial docente. En primer lugar deberíamos alcanzar un consenso mínimo de hacia dónde queremos ir, es decir, cuál es la visión de la formación docente con tecnologías y a qué tipo de profesional estamos formando. Visión y liderazgo son aspectos importantes en todo proceso de cambio e innovación. Y en este punto tenemos que volver la mirada a los formadores, es decir al profesorado que en nuestras facultades de educación forma a los nuevos profesores.
Lee el articulo completo en:
http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?id=135262
Frente a estos desafíos sigue siendo fundamental el papel de la escuela. Por más “socialización paralela” que nuestros niños y adolescentes tengan en la calle, en la televisión, los videojuegos o en internet, la escuela sigue siendo un lugar donde poder educar. Y en las escuelas los docentes siguen contando como un factor clave para asegurar o no la calidad de educación de las nuevas generaciones.
Como han venido a mostrar recientes informes internacionales, como el que la OCDE publicó en 2005, los profesores cuentan, importan para ayudar a mejorar la calidad de la enseñanza que reciben los alumnos. Se afirmaba en ese informe que: “Existe actualmente un volumen considerable de investigación que indica que la calidad de los profesores y de su enseñanza es el factor más importante para explicar los resultados de los alumnos. Existen también considerables evidencias de que los profesores varían en su eficacia. Las diferencias entre los resultados de los alumnos a veces son mayores dentro de la propia escuela que entre escuelas. La enseñanza es un trabajo exigente, y no es posible para cualquiera ser un profesor eficaz y mantener esta eficacia a lo largo del tiempo” .
Pero para disponer en las escuelas de un profesorado bien cualificado necesitamos sistemas de formación inicial y continua que asuman que la profesión docente necesita ser mirada como una profesión del conocimiento y cuyo compromiso con el aprendizaje se produce a lo largo de la vida.
En este proceso de transformación de la profesión docente hacia una profesión del conocimiento, las nuevas tecnologías de la información y comunicación se nos aparecen como unas buenas aliadas. No hay que caer en el error de pensar que las tecnologías por sí solas cambian sistemas tan complejos como lo son nuestros sistemas de formación inicial docente. Las tecnologías deben ser pensadas como elementos –a veces los más visibles y llamativos- de un proceso de un cambio de paradigma en la formación docente. Este cambio de paradigma debería entender que aprender a enseñar supone un proceso de deconstrucción de creencias fuertemente asentadas en nuestros aspirantes a profesores, así como una reconstrucción de una identidad profesional caracterizada por el aprendizaje profundo y reflexivo de aquello que se enseña, así como la adquisición de un amplio repertorio de estrategias de aprendizaje que permitan al nuevo docente desarrollar una enseñanza de calidad para sus alumnos.
La incorporación de las TICs en la formación inicial docente no puede ser una actividad improvisada, motivada por una malentendida modernidad. En un informe de la UNESCO se hacía referencia a algunos elementos que deberían ser tenidos en cuenta a la hora de pensar e implantar un proceso de incorporación de las TICs en la formación inicial docente. En primer lugar deberíamos alcanzar un consenso mínimo de hacia dónde queremos ir, es decir, cuál es la visión de la formación docente con tecnologías y a qué tipo de profesional estamos formando. Visión y liderazgo son aspectos importantes en todo proceso de cambio e innovación. Y en este punto tenemos que volver la mirada a los formadores, es decir al profesorado que en nuestras facultades de educación forma a los nuevos profesores.
Lee el articulo completo en:
http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?id=135262